Sin caridad no hay salvación



Lineamientos Kardecianos

octubre 26, 2021
octubre 26, 2021

¿Qué es el Kardecismo? ¿Sería algo opuesto o al menos diferente al Espiritismo? El tema metodológico es muy importante en materias de esta naturaleza y siempre debe quedar lo más claro posible. Respondo a una solicitud del “Anuario Espírita” para escribir el presente artículo bajo este título. Los directores de este organismo, tan significativo en la difusión de la doctrina en nuestro país y en el exterior, tienen sus motivos para proponerme el título y el tema, y no tengo derecho a rechazarlos. Accediendo a esto, sustituyo, con cierta vergüenza, la palabra Espiritismo, por la palabra Kardecismo. Esto basta para mostrar que las dos palabras dicen lo mismo, aunque hay una distinción metodológica a aclarar. Kardec no elaboró ninguna doctrina personal que pudiera llevar su nombre. Su posición en este caso fue siempre de absoluta coherencia. La palabra Espiritismo fue creada por él para designar la Doctrina de los Espíritus.


Posteriormente, el desconocimiento, la mala intención y la ligereza establecieron fusiones en torno a este término. Con Profesionales de diversas religiones, deseosos de luchar contra la nueva doctrina, la aplicaron a todas las formas de mediumnidad natural y religiones primitivas. Los sociólogos, a falta de un término apropiado para designar ocurrencias mediúmnicas, no creó una palabra para esto: usaron la palabra acuñada por Kardec. Un caso típico de apropiación indebida por conveniencia.

Junto a eso, surgirían otras confusiones. Vino el Roustainguismo o Racionalismo Cristiano, el Trincadismo, el Divinismo, y vinieron las formas del sincretismo religioso (entre nosotros las formas afro-Brasileñas) cada una de estas cosas generando varias divisiones y subformas. La confusión hoy llega a tal punto que muchos espiritas están dispuestos a renunciar a la palabra correcta por la palabra incorrecta, que Kardec ya tuvo el buen sentido de condenar de antemano. Lo cierto, sin embargo, es que el sustento de la palabra legítima, Espiritismo, ha ido triunfando sobre las confusiones de ignorancia, vanidad y mercantilismo. La paja se esparce en la cosecha, pero la cosecha triunfa. No debemos asustarnos. También el cristianismo sufrió numerosas deformaciones, pero no necesitó cambiar de nombre.

POSICIÓN DE KARDEC


Dadas estas explicaciones, que considero imprescindibles, analicemos las orientaciones del Kardecismo, considerando este término como un relativo equivalente del Espiritismo. Kardec ya ha advertido que su doctrina es la de los Espíritus, y esto es suficiente para legitimar la equivalencia, si el hecho básico de que no hay desacuerdo entre las dos pautas no fuera suficiente. Antes, sin embargo,
intentemos fijar la posición de Kardec sobre el problema mediúmnico, su posición es de fundamental importancia, porque cualquier falsificación de Kardec podría haber comprometido la doctrina.


Dos formas de enfrentar la realidad estaban en lucha, en una guerra abierta: en la época de Kardec, la Humanidad atravesaba una fase de transición, similar a otras que ya había enfrentado anteriormente, pero esta vez de una manera más dramática y peligrosa. Por un lado, estaban los místicos y por el otro los racionalistas. Los místicos se alinearon en el campo religioso, los racionalistas en el campo científico. Aquellos tenían supremacía numérica y el prestigio de la tradición.
Estos tenían la supremacía de la lógica y el prestigio de la inteligencia. Kardec reconoció las razones y los derechos de ambos contendientes y se colocó en tierra de nadie, enfrentándose al fuego cruzado de una guerra que aún hoy continúa.
Formado en la escuela de Pestalozzi, vio la situación de las fuerzas combatientes con gran claridad. Apoyado por lo Alto y afirmado en su propio contenido espiritual, fruto de una larga y fructífera experiencia evolutiva, no se dejó confundir en ningún momento. Hoy, cuando analizamos esto, comprendiendo las condiciones históricas de su tiempo, su figura se cierne ante nuestros ojos como la
de un verdadero genio. Tantas otras personalidades vigorosas de la época, dotados de una inteligencia y una cultura igual o superior a la suya, no supieron ver con la debida precisión y actuar con tanta firmeza y desinterés personal.
La posición de Kardec en el siglo XIX se asemeja a la de Pitágoras en el siglo VI antes de Cristo y a la de Plotino en el siglo III después de Cristo. Pitágoras se situó en la línea divisoria entre el orfismo (la religión de Orfeo en la antigua Grecia) y el racionalismo de los matemáticos. Plotino se situó entre el paganismo y el cristianismo. Ambos formularon grandes síntesis filosóficas en dos eras de
transición. Kardec hizo lo mismo en su tiempo, que en realidad es el nuestro. La síntesis kardeciana, sin embargo (y no kardequiana, que es una deformación lingüística) tuvo a su favor la intervención abierta, declarada, y por tanto consciente, del Mundo Invisible. Pitágoras y Plotino se inspiraron en el Alto, pero Kardec pronto se unió a los Espíritus, discutió con ellos y trabajó conscientemente como un elemento del equipo. Por ello, su síntesis correspondió precisamente e a los designios de los planos superiores y a las exigencias de nuestro plano terreno.

Doctrina Espírita

“La alegría del prójimo comienza muchas veces en la sonrisa que usted le quiera dar”

— Chico Xavier

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