En la actualidad vivimos tiempos difíciles como espíritus encarnados, nuestras vidas han dado un vuelco totalmente radical en muchos aspectos, hoy nuestro pensar no es el mismo de ayer, nuestra preocupación se hace notar y cada día la tristeza de ver caer a nuestro pueblo, nuestra gente, nuestros hermanos se acrecienta, muchos hemos perdido amigos, familiares, compañeros en esta existencia, la pena nos embarga por que han partido de nuestro lado, quedaron en el campo de batalla, luchando hasta el último momento.
Las naciones más poderosas del mundo caen ante un diminuto agente, que nos a hecho reflexionar sobre lo efímera que es la vida y la responsabilidad que tenemos de cuidarnos entre todos, comprendamos queridos hermanos que lo que le duele a la madre tierra, nos duele a cada uno de nosotros.
A mis hermanos que han partido a causa de este padecimiento solo me basta decirles:
Queridos hermanos, su labor en este plano esta completa, ruego al creador que cada uno de ustedes retorne pleno hacia la patria verdadera y que otorgue a sus seres queridos el mayor de los consuelos para sus corazones quebradizos, que encienda en cada uno de ellos la lampara de la esperanza, de la fe y del entendimiento ante sus penas, para que sepan discernir amorosamente su situación terrena. Que Dios exalte sus corazones de amor y los arrulle con el consolador abrazo de que ahora pertenecen a la patria infinita, en donde sus conocimientos se desbordan y con la certeza de que en un momento todos nos volveremos a encontrar.
A quienes lucharon de la mano de sus conocimientos médicos que en esta existencia tuvieron la oportunidad de obtener y que entregaron lo que eran, que entregaron su vida por salvar las de sus hermanos en aflicción, les entrego mi más amoroso y grande reconocimiento, por trabajar valerosa e incansablemente por el bien de su pueblo, Dios les bendiga a cada uno de ustedes. Que su despertar este lleno de consuelo en la parte espiritual.