Queridos amigos para poder atender a las exigencias de vivir de acuerdo a la voluntad de Dios necesitamos saber Amar y saber renunciar profundamente a toda esa vida vieja y anticuada que teníamos.
Muchos de nosotros en el pasado nos creíamos el centro del mundo entendiendo que todo cuanto existía en la vida, tenía más o menos importancia en la medida en la que se relacionaba con nosotros.
Ahora sabemos que formamos parte de la gran fila espiritual, que todos somos hijos de Dios y a consecuencia de ello surgen nuevos deberes y nuevas responsabilidades.
Decíamos que tenemos que aprender a renunciar a las cosas materiales pero no solo eso, debemos también renunciar a nuestro ego para comenzar a formar parte del gran equipo de Jesús que se encarga de servir por Amor. atendiendo a las necesidades de nuestro prójimo.
Antiguamente nosotros marcábamos nuestras vidas de acuerdo a con las metas que teníamos, eran los cines, los placeres, las salidas, los viajes, las vacaciones, todo ello giraba en torno a ese punto esencial de satisfacer nuestras necesidades nuestros socios nuestros placeres todo ello.
Ahora nos damos cuenta de que si bien tenemos derecho a todo esto, surgen otras necesidades más importantes; porque aumenta el hambre en el mundo, aumenta la violencia, aumenta la incomprensión, aumenta la depresión y los distintos problemas. Y somos nosotros las personas llamadas para atender a estos incendios sociales que amenazan con acabar con la poca paz que nos está quedando.
Y en ese sentido debemos aprender nosotros a fomentar nuestra propia paz y entregársela al prójimo. Renunciando profundamente a nuestros hábitos, a nuestros deseos. buscando más bien satisfacer por Amor los deseos y las necesidades de nuestro prójimo.
Esa es la renuncia bella que Jesús espera de nosotros.
Insultos, bendecimos …
Calumniados bendecimos …
Ignorados bendecimos …
Atacados bendecimos …
De todas las formas dañados …
Bendecimos porque esa es la solución mejor, la de esperar para que todos aquellos que no nos comprendan ahora lo hagan mas adelante. y que nuestras serenas actitudes sirvan de ejemplo para ellos.
No es fácil renunciar a las cosas a las que estamos acostumbrados, al confort, a los lujos, a la alegría que nos da el mundo, pero todo ello es necesario para encontrar una paz una alegría y un entendimiento superior en el ejercicio constante del bien al servicio de Jesús.
Este es el mensaje de hoy.
Muchas gracias.
Alipio González